Tu producto vale un 10… pero tus textos hacen que parezca un 5
Yo escribo para que te escuchen, confíen y compren
Guille te lo escribe |
COPYWRITER
Copywriter de ventas: emails, webs y mensajes que convierten
Esto antes iba de pasta, hoy va de palabras.
Hace 50 años si montabas una empresa te vendías en los medios que había:
- la televisión (3 o 4 canales),
- los periodicos (un par de ellos)
- y la radio (ra...qué?).
Si tenías una gran empresa, bastaba con soltar millones en publicidad y ya estaba.
Te veían, confiaban, compraban
Vendías. Porque el resto, simplemente, no existía.
Y aun así, incluso en esa época de monopolio publicitario, todos ellos tenían sus estrategias de escritura persuasiva (copywriting).
El copywriting siempre fue importante.
Pero ahora, en el mundo actual, lo es todo.
Hace que tu negocio sea imposible de ignorar y que los dos cumplamos con nuestro objetivo mutuo (ganar dinero).
Y nada tiene que ver esto conmigo.
No lo digo porque yo me dedique a ello, lo digo, porque da igual lo bueno que seas, que si no lo sabes comunicar bien, no existes.
Hoy todos podemos anunciar algo, pero la atención vale más que el prime-time de los 90.
Y si tus palabras suenan a plantilla, eres invisible.
Por eso yo escribo por ti,
Para que vendas más.
Para que atraigas a los clientes correctos.
Para que generes ingresos más predecibles.
Y para que tu negocio tenga algo que hoy vale más que nunca: atención. (P,P,P,P...)
Porque si nadie te escucha, nadie te compra
Porque si hoy no sabes comunicar lo que vendes, eres invisible.
...si tienes un servicio o producto de 10, pero tu habilidad para venderlo es un 5, ¿tus posibles clientes lo verán como un 10 o como un 5?
Porque...
Soy Guille, un ingeniero que ama la escritura persuasiva.
Me dedico a escribir textos que venden sin sonar a vendedor barato.
Creo palabras que abren puertas, no que dan pereza.
Escribo los mensajes, correos y propuestas que tú no tienes tiempo (ni ganas) de escribir… pero que necesitas para vender.
Cosas que puedo hacer por ti:
- Redactar emails en frío para conseguir reuniones de ventas con tus posibles clientes
- Revisar tu web o página de ventas para hacerla más atractiva y que convierta,
- Redactar presupuestos que no aburran ni al abogado del cliente (y que ayuden a cerrar).
- Escribir tus publicaciones de LinkedIn para que llamen la atención por lo que dicen, no por lo largas que son.
- Mandar mensajes a tus prospectos en LinkedIn para que respondan con “¿cuándo hablamos?”, no con “déjame en paz” (o te hagan ghosting)
Cosas que no puedo hacer por ti.
- Prepararte el colacao maánero (aunque puedo escribirte una receta persuasiva).
- Decirte dónde invertir en paraísos fiscales (ni falta que hace).
- Diseñar tu producto o servicio desde cero (aunque puedo ayudarte a venderlo mejor).
- Leer tu mente. Pero si me explicas bien lo que haces, puedo escribirlo como si lo hubiera vivido.
Y sí, todo esto no me lo he inventado, ya lo he hecho para otros.
Ahora, si tú también quieres que tus textos trabajen por ti, solo tienes que decirlo.
Tenía 25 años, cero clientes, mil dudas… y esta cara de “vamos a intentarlo”.
Esta foto no tiene nada de especial.
Pero cada vez que la veo me acuerdo del salto. Del vértigo. Y de por qué hago lo que hago hoy.
No es la más bonita.
Es la más real.
Es la que mejor encaja aquí.
Cuéntame qué vendes
y lo convierto en ventas con palabras.
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Un manual con los 7 errores más comunes que probablemente tu mismo estés cometiendo a la hora de escribir
Imagina esto:
Vendes productos de 10.000 € por todo el mundo.
Un cliente de China te hace un pedido. Paga. Todo perfecto.
Pero… hay un problema.
El pedido va a llegar con una semana de retraso y encima no se lo llevan a casa. Tiene que ir a recogerlo a una oficina de correos.
¿Qué haces?
Pues le escribes un mensaje. En chino, claro. Porque ha soltado 10.000€ y qué menos que hablarle en su idioma, ¿no?
Así que usas ChatGPT para que te traduzca esto:
Asunto: Un pequeño contratiempo (con regalo incluido)
Hola [Nombre del cliente],
Te escribo para contarte algo que no me hace ninguna gracia (y que seguro a ti tampoco). El pedido que esperabas con ilusión va a tardar una semana más en llegar.
Y no solo eso… en lugar de recibirlo cómodamente en tu casa, tendrás que recogerlo en la oficina de correos más cercana.
Sí, lo sé. No es lo ideal. Y créeme que me fastidia tanto como a ti.
Esto ha sido un problema de logística que se nos ha escapado, pero como no me va eso de quedarme tan ancho diciendo “disculpa las molestias”, quiero compensarte como mereces.
En tu próxima compra tendrás un descuento especial solo para ti. Sin letras pequeñas, sin caducidad, sin condiciones absurdas. Solo por aguantar este imprevisto con elegancia.
Gracias por tu paciencia y confianza. Cualquier duda que tengas, aquí estoy.
Todo bonito. Todo correcto. Pero… como no tienes ni idea de chino, se lo enseñas a tu colega chino
(sí, tienes uno, por suerte).
Y te suelta algo que te deja blanco:
“Esto lo ha escrito un robot. Algunas palabras no se usan así. En China no nos disculpamos de esa manera. Queda raro. Frío. Como si no te importara de verdad.”
¡Zasca!
Y entonces te preguntas: ¿Y esto qué tiene que ver conmigo?
Pues TODO.
Porque puedes usar la IA para casi todo:
Para hacerte una web.
Para escribir correos.
Para que te ayude con Hacienda (con suerte, no con multas).
Para el discurso de la boda de tu mejor amigo.
Pero si no tienes ni idea del tema… ¿cómo sabes si lo que hace está bien?
La IA no sustituye el criterio.
Necesitas tener el tuyo o alguien que lo tenga.
Porque si no, es como pedirle a alguien que te opere el corazón… y no saber si te ha quitado el tumor o el hígado.
¿Quieres que la IA te ayude? Perfecto.
Solo asegúrate de tener siempre al lado a ese “amigo que sabe”.
Ese que ve lo que tú no ves.
Ese que pone el ojo donde tú solo ves texto.
Y si no lo tienes…
Aquí hay uno.
¿Te ayudo con tu criterio? Escríbeme y empezamos a hablar de copy que sí funciona
IA, AI, AHI, AY.... ¿Usas IA? Bien. ¿Sabes si lo hace bien?
Esa es otra historia…
Déjame tu correo y te explico cómo podemos escribir algo que de verdad funcione
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Imagínate esto
Son las 6 : 37 de la mañana.
Huele a café recalentado, la tostadora echa humo y tu hija se pelea con un brick de leche que tiembla sobre el mantel.
Abres LinkedIn medio dormido
Deslizas una vez. Silencio.
Deslizas otra. Más silencio.
Suspiro → Copias tu presupuesto genérico → “Adjunto PDF” → Enviar.
Y el eco es lo único que vuelve.
5 meses y 27 días después
Mismo taburete, 10 : 11 a. m.
El móvil vibra como una tragaperras:
He visto tu diagnóstico exprés.
¿Cuándo hablamos? —CFO, PharmaTech BCN
Otro PING. Otro. Otro.
Anotas un “✔” en la pizarra de la cocina; tu hija lo rodea de corazones de rotulador.
¿Qué demonios pasó entre un desayuno y otro?
Perfil-tráiler en LinkedIn
Dolor que pica → Promesa que alivia → Prueba fugaz.Cadena de 3 mensajes (frío / templado / caliente)
Voz “torrija”: suave al entrar, demoledora al cerrar.Landing “Diagnóstico Exprés”
Titular que muerde + 1 pregunta letal + 1 campo de email.
Asunto de la primera DM (copiar y pegar si quieres)
¿Cómo suena tu bandeja de entrada?
Spoiler: puede sonar a caja registradora.
Todo bonito, todo correcto…
Pero, igual que no traduces al chino sin un nativo al lado, no publicas para vender sin un copy al mando.
Y entonces te preguntarás:
¿Y esto qué tiene que ver conmigo?
Pues TODO. Porque puedes usar palabras que venden para:
Ese post que hoy “solo informa”.
Tus emails fríos (o templados).
El PDF de presupuesto que ahora duerme en spam.
La landing que colecciona telarañas.
La propuesta al inversor que decide tu próximo salto.
Pero si no entiendes de letra que convence, es como dejar que cualquiera te opere el corazón: ni idea de si te quita el tumor… ¿o el hígado?
¿Quieres que tu LinkedIn haga PING como el de Ana? Perfecto.
Solo necesitas tener a tu lado a ese “amigo que escribe”.
El que ve lo que tú no ves.
El que pone el 0 dB donde hoy suena a silencio.
Y si no lo tienes… aquí hay uno.
¿Publicas? Genial.
¿Sabes si de verdad VENDES?
Esa es otra historia…
Olvídate del eco en tus mensajes, escríbeme y empieza a recibir respuestas